jueves, 19 de febrero de 2009

Libar

Entre las ramas secas de un nogal, intentaba sobrevivir un ínfimo clavel del aire. Yacía atrapado por el destino y se percibía claramente el funesto espectro terminal de sus días. Como una manzana infecta, temblaba su hogar cuando el viento quebraba un milímetro más su madera...

...y aún así, seguía confiando su entrega, libando vida.

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