sábado, 27 de diciembre de 2008

Fragmentos

Dividiendo mi vida en pequeñas fracciones, podría diferenciar la idiotez, de la racionalidad. O las corazonadas, de los desaciertos.
Con gusto los separaría para encajonar las penas y los olvidos.

Con más gusto aún, los sujetaría bajo la lluvia lacrimógena necesaria, para disolverlos.


Me quedaría solo con algunos fragmentos en las manos. Algunos lanzados en un mar equivocado, otros cotidianamente tangibles.

Por último, atesoraría los que aún tienen el aroma fresco, del rocío de un llamado.


5 comentarios:

Xi dijo...

Yo recomendaría batir bien batido. Como cuando, de bebés, nos daban la horrenda papilla mezclada con postre. Recuerdo alguien que incluso las ponía en la misma cuchara (aj). Pero funcionaba.

En tiempos de pucheros y de revisiones, lo mejor es ir blindado de abrazos feroces.

Abrazos feroces para vos.

Xi dijo...

¿Y usted?

En el mar?

Sara dijo...

¿Es bueno saber separar? Llevo el cofre hecho una pifia que es que no aprendí aún a diferenciar lo que vale o no la pena atesorar. No me decido a deshacerme de nada. Feliz puesta en orden.

silente dijo...

Xi: Batiendo para hacer papilla es una forma más de darle la importancia que debe, y de eso se trata.

El mar, uf!!! buen lugar para entender algunas cosas.

Otro abrazo igualmente feroz.

Sara: De vez en cuando, acomodar los cajones viene bien. Cada uno tiene alguna manera de que las cosas tomen un lugar, a veces demora un poco, pero ya verás.

Xi dijo...

Esto es una protesta. El mar ha durado más de lo pronosticado. Vamos hacia un mes de mar. ¿Y luego? La próxima semana me voy yo.

¿Cantaremos nanas de nuevo alguna vez?

Na, es sólo una pequeña rabieta en ausencia.

Besos, parce.