Ya, en la otra orilla, sintió la fatiga instalada en sus piernas. Por que la tarea requería más que un simple impulso y demasiado equilibrio, si es que uno prefiere mantenerse seco.
Atrás, los lomos de las rocas asomados en una delgada línea, como migas de pan arrojadas por si acaso...y sus huellas de suela vacilante, lavadas por el mar dulce.
Y finalmente cada piedra dejó de ser obstáculo, para volverse punto de apoyo.
Vivir en el Gran Camino
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*Vivir en el Gran Camino*
*no es ni fácil ni difícil..*.
Siempre que haya una meta, el camino podrá ser fácil o difícil. Depende de
dónde estés, de cuánta d...
Hace 8 años