martes, 28 de julio de 2009

Lata

Caminaba por la misma hilera de baldosas de siempre, pateando la única lata que quedaba en su camino y que misteriosamente desafiaba su equilibrio. El cruce fue inevitable.

Fernando, munido de quehaceres inflados, se adelantó y pidió disculpas por su olvido. El color de día del amigo brillaba en sus ojos.

-Lo que pasa es que la comisión nueva no me da tregua. Entenderás, no? Viste como se pone el pibe, si no voy! Si lo vieras! Juega como los dioses!
-La que anda maso es Juli. Cosa de novios y eso, pero la madre se pone como loca cuando le nombro la psico!. La bruja no quiere lola. Yo igual, no le doy bola!
- Bueno che, un día de estos nos juntamos a comer algo y te la sigo. Ahora me las pico por que estoy a las corridas y no llgo al banco.

Sonó a abrazo entre hombres. Se alejaron mutuamente.
La hilera de baldosas esperaba, la lata repleta de días también...

2 comentarios:

Campanula dijo...

siempre existe algo q nos espera, aunque sea una lata o no?
un abrazo

silente dijo...

Campa : Buen punto.

Beso.