...y si el ánimo volviera, conjugar la vida dejaría de ser futuro imposible
Aprendí a esperar, gastando hasta el último grano de paciencia. Aprendí a mirar, con cada lágrima guardada. Aprendí a andar, mojando mis pies en las orillas. Aprendí a sentir con cada maravilla volviéndome sabio sin querer...
Pero aún así...sigo buscando... como aprender a olvidar
...Y se fué, finalmente así, casi rompiendo el cristal del día, llevándose los últimos textos apropiándose del final, sonriente.
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Lejos, viajando a velocidad de pánico, quemando adrenalina como combistible, de un lugar a otro y trazando mapas nuevos en el viejo mundo, la conexión fecundó posibilidades.
La que sana mensajes que caen del viento
La que pinta de verde para recordar su mirada
La que abraza su sombra cada Viernes de luna
...y voló con el silencio y su sagrado cofre de luz de luna, hacia algún destino sin frontera, a buscar otros miedos e inventar la esperanza, para que el abandono no se enquiste en ocho compases, en melodías huérfanas de versos...
Ya no recuerdo el día en que el mar se llevó el último milagro en su barco viejo de contradicciones.
Solo el reflejo de alguna luna, en noches de sombras, salpica intermitencias para alumbrar mis manos,
y en ellas su huella...